APOCALIPSIS AHORA!

Dicen que fueron los ángeles, que al romperse el primer sello, el destino se desató y al sonar la primera trompeta, ya todo fue inevitable...
Pero dicen los que no leyeron aquel libro, los que conocen el palpitar del viento, el pulso contínuo del agua, el latido de la tierra; que fue el hombre, el hombre blanco.
Hablaron de aprovechar la fuerza de las aguas, que la electricidad cambiaría las cosas. Y cambiaron...
Tuvieron que reencausar el cause de los ríos y rediseñar el ciclo vital de los peces para que fueran a poner huevos en "su nuevo hábitat". Pero luego se preguntaron cómo fueron a desaparecer especies enteras.
Dijeron también que había que renovar el pasto para que sus ganados siguieran engordando y con un solo cerillo lo hicieron.
Kilómetros y kilómetros de campo y no solo de campo, montes, valles y todo cuanto había alrededor terminó arrasado por el fuego. En vano intentaron detener su furia, todo se volvió cenizas y las cenizas viajaron en el viento y el aire enrarecido se volvió tan denso que enfermaron niños y ancianos y algunos murieron.
Entonces hablaron del progreso...
Y construyeron fábricas gigantezcas y progresaron sus cuentas en Suiza y se multiplicaron las máquinas, asi como los deshechos que fueron a parar al río.
Entonces fue el agua...
El agua mataba a la gente, a los pobres, los desprotegidos, y eran sus hijos los que se iban secando tan pronto que ni les daba tiempo para el Agua de Socorro.
Un dìa se secaran los rìos y se secará la tierra y secándose se seca hasta la vida.
Quien tenga oídos que oiga el canto sagrado de los que saben el palpitar del viento, el pulso contínuo del agua, el latido de la tierra.

Sara Schupmann