ZAPATOS ROJOS

Ahora se complica. Hasta acá la sinfonía era un éxito y ahora veo allá en el fondo que se levanta uno y se va, dos, tres, cinco, ocho, trece, veintiuno van los que se levantan y se van, y creen que no los veo desde acá, pero sí que los veo, primero un valiente, después dos valientes, después un grupo, cobardes, no les gusta la música, no les gustó esa transición allegro vivace, yo sabía que no les iba a gustar, se escabullen en la oscuridad del salón, pero miro de reojo y los veo, y sigo tocando, qué me importa, que se vayan, en la primera fila hay zapatos rojos todavía. Y afuera se juntan esos a fumar un cigarrillo y comentan: “pero qué desastre che, tan bien que venía, tan bien, sí, tan bien, y usted qué va a hacer de su vida don, yo esto, y usted doña, yo aquello, lo tengo todo planificado, así, y usted joven, yo lo otro, y usted ya encontró el amor de su vida, y su vocación y cuántos nietos piensa tener usted, cuántos, dónde, yo nada, yo algo, yo sí, yo no, a mí no me pregunten más, no me pregunten, me vuelvo al salón a escuchar esa musiquita que tan mala no era, no es tan mala, no, claro que no”. Pero los demás no entienden, demasiada falta de sentido, demasiada búsqueda descontrolada de sentido, demasiado rojo furioso en los zapatos, un placard lleno de zapatos, y otro de alegría, y otro de angustia, presto prestissimo, demasiado deseo escondido, demasiada frivolidad, demasiado frívolo para la guerra, y me gritan compromiso che, un poco de compromiso, demasiado frívolo para la violencia, un poco de realidad, un poco de comprensión señor, un poco de comprensión. Pero y a mi qué me importa, faltan un par de movimientos, un par nomás y esto se termina y otra generación al tacho, otra que no hizo nada, otra de frustrados y exitosos que se olvidan, otra más, una más, dos más, tres más, cinco, ocho, trece, veintiuno, etc, etc, etc. Temblor.

Oyom - Córdoba
Argentina

http://oyomes.blogspot.com