EL MISTERIO DEL CASTILLO – CAPÍTULO 15
La torre se alzaba en el medio de las otras dos…
Cliff leyó el pergamino otra vez y descubrió que los que activaran la palanca no la podrían soltar pues la torre volvería a desaparecer.
Lady, en la otra torre, también leyó el pergamino y se dirigió a Sady:
-Aquí pone que no puedes soltar la palanca porque sino la torre se baja otra vez…
-Mira si pone una manera de bloquear la palanca o algo.-dijo Sady empezando a pensar que no saldrían de ese lugar.
Cliff siguió leyendo y descubrió que en la tercera torre, la torre del medio, había otras palancas con las cuales poder pasar sin que la torre se hunda bajo tierra de nuevo.
Alister con una mirada serena y al mismo tiempo con algo de miedo dice:
-Cliff, más te vale que te vayas allí a activar las palancas.
Lady al descubrir lo mismo que Cliff dice:
-Me voy a activar las palancas.
Sady en un intento de sacarle esa idea de la cabeza dice:
-no vayas, puede ser peligroso.
Pero Lady echó a correr hacia la torre sin escuchar las palabras de Sady.
Al llegar a la torre subieron, Cliff y Lady accionaron las palancas. Se oyó un crujido y tiempo después llegan junto a ellos Sady y Alister…
-Vale, ¿que pone el papel?-dijo Cliff mirando a Sady.
-No se puede leer más pues está lleno de sangre, lo siento.-dice Sady sintiéndose culpable.
-No digas eso, tú no tienes culpa alguna.-dice Cliff severamente.
En ese momento, Alister desenfunda la espada helada de Cliff y golpea el engranaje de la palanca, este se congela. Cliff suelta la palanca y recoge su arma. Alister desenfunda otra vez el arma, pero esta vez es la suya. Golpea el otro engranaje y este se derrite quedando pegado y bloqueado.
Los cuatro empiezan a caminar, Sady camina junto con Lady, en cabeza, Alister detrás de estas y Cliff el último, un poco alejado del grupo.
Al cabo de un rato caminando al fondo del puente se ve un castillo con las rejas de entrada abiertas…
De repente, Cliff alerta al grupo de que el puente empieza a ceder detrás de ellos, Sady se da de cuenta de que las rejas se empiezan a bajar…
La causa era que el hielo que bloqueaba uno de los engranajes se empezaba a derretir.
-¡Es una trampa!-grita Lady mientras todos echan a correr hacia la verja que se cierra…
Sady y Lady entran al mismo tiempo cuando la verja está por la mitad, Alister poco después y a Cliff parece que no le da tiempo a entrar pues la verja está casi cerrada, entonces Cliff coge impulso y se lanza por el suelo… justo cuando Cliff llega al otro lado, la verja toca el suelo.
Alister sonriendo dice:
-Eres el último.
Sady no dice nada y ayuda a Cliff a levantarse. Una vez en pie, abren la puerta que da al interior del castillo y se encuentran un gran salón principal donde, supuestamente en su día los reyes y nobles celebraban grandes banquetes y fiestas en el. Pero ahora lo que había eran cuerpos tirados por el suelo y armas rotas y oxidadas por el paso del tiempo.
Alister, levantando un cadáver de un noble dice irónico:
-La vejez nunca perdona.
Cliff avanza unos pasos hacia el centro del salón y tras llevarse las manos a la cabeza cae al suelo.
-¿Qué te pasa?- gritan todos al unísono.
Pero Cliff no respondió pues se quedara inconsciente.
-Aquí hay algo raro-dice Alister poniendo la mano sobre la empuñadura de su espada llameante.
Sady se arrodilló al lado de Cliff y puso su cabeza de este en sus piernas.
Lady mira atentamente a todos los rincones del salón.
Alister empieza a investigar el cuerpo que hay a los pies del rey, rey supuestamente muerto en su trono y el cuerpo a sus pies.
Sady empezó a sentir un aura extraña en el salón, miró hacia Alister para decírselo pero este asintió con la cabeza y sin dudar desenfundó la espada.
Al momento apareció de nuevo la criatura que Lady ensartara en la barricada y mutilara defendiendo a Alister.
-¿Has vuelto a por más?-dice Lady sacando su daga.
La criatura sin temor alguno responde:
-Os vuelvo a avisar, no podréis salir de aquí con vida.
Lady ya acostumbrada a ese tipo de comentarios dice:
-Puede que intentes pararnos pero no lo lograrás.
La criatura se sonríe maléficamente y dice:
-Parece que a vuestro amigo le pasa algo, le ayudaré.
Y dicho esto la criatura se acercó a Cliff.
Sady, Lady y Alister le salieron al paso obstruyendo su camino.
La criatura solo dijo:
-No interfiráis.
Y de un golpe se sacó a los tres de su objetivo.
Se acerca a Cliff y tocándole dice:
-Recuerda con quien luchaste en el pasado y quien eres.
En ese momento, Cliff se levanta de un salto y desenfunda su espada helada…
Lady, Alister y Sady se levantan y sin moverse del sitio observan la situación.
La criatura se desvanece, pero en realidad se hizo invisible para comprobar si las palabras que dijo hacían regresar al Cliff frío que era antes de encontrarse a Sady.
Lady corre hacia Cliff y este cuando ella está a punto de abrazarle, la aparta de un golpe.
Sady confusa grita a Cliff:
-¡Que haces!
Acto seguido le mira a los ojos pero lo que encuentra esta vez es una mirada tan fría que congelaba hasta el alma. Sady al ver esto le entró miedo. Alister desenfundó su espada y sin decir palabras empezó a caminar hacia Cliff. Sady al intuir lo que pasaba le paró los pies a Alister, que mirándola a los ojos, volvió a enfundar el arma. En ese momento, la criatura reapareció y se dirigió a Alister:
-Y tu, ¿no te acuerdas ya de quien eras antes de juntarte con estos humanos?
Alister se quedó pensativo y dijo:
-Soy el mismo, no cambie en absoluto.
La criatura echó una carcajada y mirándole a los ojos dijo de nuevo:
-¿tu crees? Luego, ¿no te suena esta frase?:
“arderás en el fuego de mi espada, patético humano”
Alister sorprendido dice:
-Era la guerra, todos odiábamos y matábamos.
En ese momento Cliff vuelve a la normalidad y dice:
-¡Sal de mi mente bestia inmunda!
Y en ese momento Alister aprovecha y le corta el otro brazo a la criatura, que se retira con una teletransportación a otro lugar.
Lady se levanta y vuelve a intentar abrazar a Cliff, pero esta vez el le respondió con otro abrazo.
Alister enfundó la espada y se echó en una de las muchas tumbonas que había en ese gran salón.
Sady sin decir nada se sentó junto al trono en un banco que estaba libre de cadáveres o cuerpos. Lady la siguió y se sentó junto a ella. Y Cliff sin enfundar la espada se cruzó de piernas y empezó a analizarse a si mismo mentalmente para comprobar si la criatura aun podía controlar…
Mientras tanto la criatura observaba desde la lejanía de la oscuridad…
Cliff leyó el pergamino otra vez y descubrió que los que activaran la palanca no la podrían soltar pues la torre volvería a desaparecer.
Lady, en la otra torre, también leyó el pergamino y se dirigió a Sady:
-Aquí pone que no puedes soltar la palanca porque sino la torre se baja otra vez…
-Mira si pone una manera de bloquear la palanca o algo.-dijo Sady empezando a pensar que no saldrían de ese lugar.
Cliff siguió leyendo y descubrió que en la tercera torre, la torre del medio, había otras palancas con las cuales poder pasar sin que la torre se hunda bajo tierra de nuevo.
Alister con una mirada serena y al mismo tiempo con algo de miedo dice:
-Cliff, más te vale que te vayas allí a activar las palancas.
Lady al descubrir lo mismo que Cliff dice:
-Me voy a activar las palancas.
Sady en un intento de sacarle esa idea de la cabeza dice:
-no vayas, puede ser peligroso.
Pero Lady echó a correr hacia la torre sin escuchar las palabras de Sady.
Al llegar a la torre subieron, Cliff y Lady accionaron las palancas. Se oyó un crujido y tiempo después llegan junto a ellos Sady y Alister…
-Vale, ¿que pone el papel?-dijo Cliff mirando a Sady.
-No se puede leer más pues está lleno de sangre, lo siento.-dice Sady sintiéndose culpable.
-No digas eso, tú no tienes culpa alguna.-dice Cliff severamente.
En ese momento, Alister desenfunda la espada helada de Cliff y golpea el engranaje de la palanca, este se congela. Cliff suelta la palanca y recoge su arma. Alister desenfunda otra vez el arma, pero esta vez es la suya. Golpea el otro engranaje y este se derrite quedando pegado y bloqueado.
Los cuatro empiezan a caminar, Sady camina junto con Lady, en cabeza, Alister detrás de estas y Cliff el último, un poco alejado del grupo.
Al cabo de un rato caminando al fondo del puente se ve un castillo con las rejas de entrada abiertas…
De repente, Cliff alerta al grupo de que el puente empieza a ceder detrás de ellos, Sady se da de cuenta de que las rejas se empiezan a bajar…
La causa era que el hielo que bloqueaba uno de los engranajes se empezaba a derretir.
-¡Es una trampa!-grita Lady mientras todos echan a correr hacia la verja que se cierra…
Sady y Lady entran al mismo tiempo cuando la verja está por la mitad, Alister poco después y a Cliff parece que no le da tiempo a entrar pues la verja está casi cerrada, entonces Cliff coge impulso y se lanza por el suelo… justo cuando Cliff llega al otro lado, la verja toca el suelo.
Alister sonriendo dice:
-Eres el último.
Sady no dice nada y ayuda a Cliff a levantarse. Una vez en pie, abren la puerta que da al interior del castillo y se encuentran un gran salón principal donde, supuestamente en su día los reyes y nobles celebraban grandes banquetes y fiestas en el. Pero ahora lo que había eran cuerpos tirados por el suelo y armas rotas y oxidadas por el paso del tiempo.
Alister, levantando un cadáver de un noble dice irónico:
-La vejez nunca perdona.
Cliff avanza unos pasos hacia el centro del salón y tras llevarse las manos a la cabeza cae al suelo.
-¿Qué te pasa?- gritan todos al unísono.
Pero Cliff no respondió pues se quedara inconsciente.
-Aquí hay algo raro-dice Alister poniendo la mano sobre la empuñadura de su espada llameante.
Sady se arrodilló al lado de Cliff y puso su cabeza de este en sus piernas.
Lady mira atentamente a todos los rincones del salón.
Alister empieza a investigar el cuerpo que hay a los pies del rey, rey supuestamente muerto en su trono y el cuerpo a sus pies.
Sady empezó a sentir un aura extraña en el salón, miró hacia Alister para decírselo pero este asintió con la cabeza y sin dudar desenfundó la espada.
Al momento apareció de nuevo la criatura que Lady ensartara en la barricada y mutilara defendiendo a Alister.
-¿Has vuelto a por más?-dice Lady sacando su daga.
La criatura sin temor alguno responde:
-Os vuelvo a avisar, no podréis salir de aquí con vida.
Lady ya acostumbrada a ese tipo de comentarios dice:
-Puede que intentes pararnos pero no lo lograrás.
La criatura se sonríe maléficamente y dice:
-Parece que a vuestro amigo le pasa algo, le ayudaré.
Y dicho esto la criatura se acercó a Cliff.
Sady, Lady y Alister le salieron al paso obstruyendo su camino.
La criatura solo dijo:
-No interfiráis.
Y de un golpe se sacó a los tres de su objetivo.
Se acerca a Cliff y tocándole dice:
-Recuerda con quien luchaste en el pasado y quien eres.
En ese momento, Cliff se levanta de un salto y desenfunda su espada helada…
Lady, Alister y Sady se levantan y sin moverse del sitio observan la situación.
La criatura se desvanece, pero en realidad se hizo invisible para comprobar si las palabras que dijo hacían regresar al Cliff frío que era antes de encontrarse a Sady.
Lady corre hacia Cliff y este cuando ella está a punto de abrazarle, la aparta de un golpe.
Sady confusa grita a Cliff:
-¡Que haces!
Acto seguido le mira a los ojos pero lo que encuentra esta vez es una mirada tan fría que congelaba hasta el alma. Sady al ver esto le entró miedo. Alister desenfundó su espada y sin decir palabras empezó a caminar hacia Cliff. Sady al intuir lo que pasaba le paró los pies a Alister, que mirándola a los ojos, volvió a enfundar el arma. En ese momento, la criatura reapareció y se dirigió a Alister:
-Y tu, ¿no te acuerdas ya de quien eras antes de juntarte con estos humanos?
Alister se quedó pensativo y dijo:
-Soy el mismo, no cambie en absoluto.
La criatura echó una carcajada y mirándole a los ojos dijo de nuevo:
-¿tu crees? Luego, ¿no te suena esta frase?:
“arderás en el fuego de mi espada, patético humano”
Alister sorprendido dice:
-Era la guerra, todos odiábamos y matábamos.
En ese momento Cliff vuelve a la normalidad y dice:
-¡Sal de mi mente bestia inmunda!
Y en ese momento Alister aprovecha y le corta el otro brazo a la criatura, que se retira con una teletransportación a otro lugar.
Lady se levanta y vuelve a intentar abrazar a Cliff, pero esta vez el le respondió con otro abrazo.
Alister enfundó la espada y se echó en una de las muchas tumbonas que había en ese gran salón.
Sady sin decir nada se sentó junto al trono en un banco que estaba libre de cadáveres o cuerpos. Lady la siguió y se sentó junto a ella. Y Cliff sin enfundar la espada se cruzó de piernas y empezó a analizarse a si mismo mentalmente para comprobar si la criatura aun podía controlar…
Mientras tanto la criatura observaba desde la lejanía de la oscuridad…
Javi
Galicia - España
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