LA HISTORIA DEL CASTILLO – CAPÍTULO 25
Los soldados llegan a la posada y entran…
Cliff, Sady, Alister y el mago bajan a recibirlos.
-ya sabes tu destino, mago.-dice el soldado brillante.
-lo sé. Pero mejor en el bosque de las ruinas.-dijo el mago sabiendo que los soldados no se negarían.
Al llegar al descampado, el mago se sienta en una roca y deja que su predicción se cumpla…
-no mataréis al mago.-dice Alister al tiempo que Cliff, Sady y el mismo desenvainan las armas.
Una vez los soldados desenfundan las armas y el de la armadura reluciente dice:
-tres contra dos, esto es desventaja.
Una vez había dicho eso, da un golpe a Alister en la nuca y lo deja inconsciente.
-maldito seas, lo pagarás.-ataca Cliff a el soldado brillante.
Mientras, Sady, resiste notablemente las estocadas del soldado reluciente.
El mago, se levanta y recoge el cuerpo de Alister y una vez lo tiene en su regazo, habla en una extraña lengua demoníaca y un aura color celeste invade ambos cuerpos. Al cabo del rato, el aura desaparece y el mago deja el cuerpo de Alister en el duro suelo. La pelea sigue y parece que Cliff tiene la batalla a su favor pero en realidad los soldados solo estaban divirtiéndose.
Sady empezaba a agotarse y entonces decidió hacer una tregua.
-Alto. Por favor. Dejadme preguntar al mago como salvarnos.
Los soldados se paran y esperan la respuesta del sabio.
-la respuesta la sabes, Cliff.-contestó el mago.
-Sady, no puedes volver al mundo humano. Debemos matar al padre de Lady para poder vivir en este mundo en paz…-dijo Cliff bajando la guardia unos segundos…
Esos segundos, el soldado los aprovechó para reiniciar la batalla y dejarlo fuera de combate con un par de golpes demoledores.
Solo quedaba Sady como última esperanza ante la muerte del mago.
En ese momento el mago vuelve a predecir el futuro…
-soldados, moriréis a manos de alguien inesperado.
Los soldados se miran y dicen:
-eso es imposible, somos casi inmortales.
El mago se arrodilla y acaba de conjurar el hechizo anterior y pasa el aura que tenía Alister a Cliff…
Sady se pone en guardia para parar a los soldados pero estos son más rápidos y alcanzan un cuerpo que no era el del mago.
Cliff en un último suspiro dice:
-muero con valor y amor en mi corazón.
Los soldados no se inmutan y matan al mago de la misma manera que a Cliff:
Clavándole las espadas entre cuello y pecho.
En los últimos momentos de su vida, Cliff ve como brota sangre de su pecho, boca e incluso llora sangre… todo lo ve a cámara lenta y ya no oye las palabras de nadie, lo último que observa antes de desvanecerse su vida es a Sady agarrándolo y llorando sobre su cuerpo.
El mago cae y grita:
-no os salvareis soldados, pereceréis.
Los soldados de mofan y mirando a los tres comentan:
-¿sabes?, al final mejor los dejamos vivir a todos.
-claro, es una idea brillante.-contesta el soldado tocándose su armadura en señal de que a esta se refería.
Después se fueron dirección al castillo y no miraron atrás en ningún momento.
Alister aún inconsciente, no sabe nada de lo ocurrido.
-Cliff, por favor, háblame, por favor.-repetía una y otra vez Sady con el corazón encogido y confusa por la rápida actuación de los soldados. Al cabo del rato, Sady ya estaba tranquila y Alister se despierta.
-¡por todos los héroes! ¿Qué ha pasado?- dice arrodillándose y tocando el cuerpo ensangrentado de Cliff.
Sady lo miró desenfundó la liberadora de sombras que, empezó a brillar con una luz cegadora y dijo:
-entierra el cuerpo de Cliff. Yo volveré al castillo.-dicho esto echó a correr y no dio a Alister oportunidad de hablar.
Bladir sonríe orgulloso de sus dos guerreros. La criatura le grita:
-¿por qué matasteis a mi híbrido?
Y ellos solo contestan:
-solo cumplimos la misión.
-podrás fabricar más pues nuestras hojas están manchadas con la sangre de dos muertes, la de Cliff y la del mago.
-buen trabajo.-dice Bladir viendo que Lady los estaba escuchando.
-¡princesa kaede!-se arrodillan los dos soldados ante su dueña y protegida.
Lady controlando las lágrimas por la pérdida de ese ser querido, les dice en tono autoritario a sus dos guardaespaldas.
-¿vosotros me protegéis a mí u obedecéis a mi padre?
El soldado resplandeciente contesta sin dudar:
-os protegemos y obedecemos nuestra señora. Pero vuestro padre es nuestro rey.
Lady enfadada les contesta con una pregunta que dado el caso no podrían hacer nada pues se bloquearían.
-¿y si el rey mandara matarme? No podríais protegerme.
Dicho esto se da la vuelta y al llegar a su habitación, rompe a llorar.
Sady se dirige al castillo y a lo lejos ya ve la puerta por la que los tres salieron, los recuerdos la inundan y, mientras se adentra en el territorio del castillo, de su cara caen lágrimas.
Alister recoge la espada de Cliff y se da cuenta de que aún después de muerto su portador, la espada sigue emanado la frialdad que en vida tenía su dueño.
La envaina en el cinturón del difunto y piensa para si mientras levanta el cuerpo de su compañero inerte:
-estas espadas cuando uno de los portadores se muere, pierden el poder todo. Debe de ser que aún quedan células vivas en su cuerpo… Si, debe ser eso.
Y una vez dado por sentado que Cliff no volverá lleva su cuerpo al altar y lo deja allí. Cuando sale del altar, se dirige al pueblo donde pasará la noche en vela.
Javi
Galicia - España
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