SILENCIO
Desearía dejar de escuchar. Que todo fuera silencio. Tanto ruido no me deja dormir.
Desde aquí, en mi cama, puedo escuchar a mi madre en el teléfono, discutiendo con alguien y alzando la voz, seguramente alguien que le quiere cobrar de más. También escucho la televisión en el cuarto de mi hermana. Está viendo esas telenovelas cursis que se han vuelto tan famosas. Afuera, las campanadas de la iglesia están invitando a las beatas, sólo ellas se acercarían a la iglesia entre semana. Un niño grita rabiosamente; también escucho a su madre gritándole. Maldita violencia. Bocinas y más gritos, un auto destartalado y gris se detuvo y no puede arrancar. A lo lejos un grupo de ambulancias y autos patrulla pasan a toda velocidad, puedo escuchar las sirenas.
Deseo dejar de escuchar y que todo sea silencio. Deseo... dormir.
Toluca Mexico.
1 comentario:
Genial, las palabras que usamos tan cotidianamente adquieren cierta fuerza cuando se utilizan con fines literarios. Gracias. Seguiré este blog a donde quiera que vaya y en una de esas, hasta escribo un cuento.
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