Entre al lugar casi en estado de deshidratación.
El sueño me vencía, estudiaba la universidad y las clases comenzaban desde las 7 de la mañana, pero como viajaba, debía levantarme desde las tres y media.
Y así cada fin de semana.
La cantina se llamaba “El buque de más potencia”.
Era un lugar sumamente pintoresco. Por aquí, una mujer gorda tomaba abundante cerveza en las piernas de un sujeto entrado en años; por allá una mujer más joven que la primera festejaba a carcajadas, quizá algún mal chiste del parroquiano, que sonaba genial porque pagaba puntualmente las cervezas que la fémina le pedía.
Casi nadie tomaba brandy o tequila, la enorme mayoría consumía cerveza, pues el calor, como ya lo dije, era insoportable en Poza Rica.
Llegue con mi mochila negra, pedí una cerveza; la mujer que me atendió me preguntó si quería caguama. Dije que no.
Más tarde me arrepentí, la cerveza mediana se iba como agua al estomago y salía en forma de sudoración en menos tiempo en que servían la siguiente.
Tome 4 cervezas.
De pronto un sueño brutal se apoderó de mí.
No supe como, pero dormí profundamente.
Me despertó el sonido seco de dos balazos y el aterrador grito de las mujeres y el tiradero de envases.
No supe que hacer.
De pronto todos estaban tirándose al suelo, mientras un sujeto lucía sangre en el rostro.
El pánico se apoderó de mí.
No sabía que pasaba.
Y ni como preguntar. ¿A quien?
La policía llegó extremadamente rápido.
Al otro día la noticia en “La Opinión”, rezaba, “Hombre entrado en años fallece en disputa por una sexoservidora”.
Y el balazo: “Era petrolero jubilado”.
Nunca supe de quien se trataba, aunque el nombre venía desde luego en la nota informativa.
En la foto salí yo curioseando.
- Mmmm, siempre pasa, dice alguien.
- Fue en “El buque de mas potencia”, un bar de mala muerte.
- Ahí ni ir, porque si te duermes te matan.
Trague saliva.
Nunca volví a visitar el “Buque”.
Hoy curiosamente, seis años después de los hechos, en lugar de la cantina hay una librería.
Y afuera una cruz, testigo mudo de la muerte de un petrolero jubilado.
Antonio Madrid
México
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