EL SEÑOR SOMBRERO
Aquel día fue un día hermoso donde vivía Manuel, él era un niño muy alegre y juguetón, era la época de verano y en lo único en que pensaba era en jugar y jugar todo el tiempo posible.
Manuel tenía un juguete nuevo, era un títere y luego de jugar con él toda la tarde, justo antes de dormirse lo llevó a la ventana y en la oscuridad de la noche donde se veía una gran y luminosa luna. A Manuel le encantaba ver a la luna.
- Señor títere eso es la luna, es muy bonita.- pero a Manuel no le gustaba llamarlo de ese modo, y pensó:
- no me gusta llamarlo señor títere, lo llamaré: señor sombrero.- porque llevaba un gran sombrero sobre su cabeza.
Ese día en especial era su cumpleaños y estaba muy feliz por ello, tenia juguetes nuevos y jugó toda la tarde, estaba tan feliz que apenas se tiró a su cama de un salto se quedo profundamente dormido.
Cuando su mamá subió a verlo quedó muy sorprendida, todos los juguetes del niño estaban por toda la habitación, la mamá de Manuel lo vio durmiendo y decidió dejarlo descansar para que mañana limpiara todo el desorden.
Entró a arropar a su hijo, apagó las luces de la habitación, cerró la puerta y todo quedó muy oscuro, de pronto en la ventana dos grandes ojos se abrieron, Manuel había dejado olvidado al señor sombrero en la ventana y el señor sombrero al abrir los ojos se quedó observando a la luna.- ¡que hermosa!, pensó, y como también estaba muy cansado se quedó dormido.
Después de un rato el señor sombrero se despertó, aún era de noche, la luna brillaba con mas intensidad y el señor sombrero vio a la luna y volvió rápidamente hacia delante muy asustado.- un fantasma.- dijo él y se cubrió con sus manos de trapo
- Vete!.- dijo señor sombrero
Pero el fantasma seguía ahí y el señor sombrero solo quería volver a dormir.
En lo alto de la pared, junto a la ventana se encontraba colgado un conejo de felpa que había visto todo lo que pasó y preguntó.
- ¿Qué le ocurre señor sombrero?
- Tengo miedo.- dijo el señor sombrero temblando
- ¿De qué? No hay nada por aquí.- dijo sonriendo
- ¿No ves al fantasma o lo que sea que está allí?
- ¿Hablas de la sombra?
- ¿Sombra?.- se pregunto el señor conejo, el nunca había oído hablar de eso y mucho menos visto uno
- ¿Qué es una sombra?
- Disculpa me llamo nube gris, la sombra, señor sombrero, es un reflejo de la luz en un objeto, en la luz de la luna ahora tu también tienes una.
Y el señor sombrero vio a su alrededor y vio que era cierto, una parte de oscuridad rodeaba su espacio con la forma de su cuerpo de tela, levantó la cabeza y empezó a sonreír cuando se dio cuenta que el fantasma solo era las ramas de un árbol del frente que se movían con el viento.
El señor sombrero al saber todo eso ya no tenia miedo por la noche y en un instante estaba amaneciendo, Manuel aún estaba durmiendo pero el señor sombrero no podía esperar para jugar otra vez.
Manuel tenía un juguete nuevo, era un títere y luego de jugar con él toda la tarde, justo antes de dormirse lo llevó a la ventana y en la oscuridad de la noche donde se veía una gran y luminosa luna. A Manuel le encantaba ver a la luna.
- Señor títere eso es la luna, es muy bonita.- pero a Manuel no le gustaba llamarlo de ese modo, y pensó:
- no me gusta llamarlo señor títere, lo llamaré: señor sombrero.- porque llevaba un gran sombrero sobre su cabeza.
Ese día en especial era su cumpleaños y estaba muy feliz por ello, tenia juguetes nuevos y jugó toda la tarde, estaba tan feliz que apenas se tiró a su cama de un salto se quedo profundamente dormido.
Cuando su mamá subió a verlo quedó muy sorprendida, todos los juguetes del niño estaban por toda la habitación, la mamá de Manuel lo vio durmiendo y decidió dejarlo descansar para que mañana limpiara todo el desorden.
Entró a arropar a su hijo, apagó las luces de la habitación, cerró la puerta y todo quedó muy oscuro, de pronto en la ventana dos grandes ojos se abrieron, Manuel había dejado olvidado al señor sombrero en la ventana y el señor sombrero al abrir los ojos se quedó observando a la luna.- ¡que hermosa!, pensó, y como también estaba muy cansado se quedó dormido.
Después de un rato el señor sombrero se despertó, aún era de noche, la luna brillaba con mas intensidad y el señor sombrero vio a la luna y volvió rápidamente hacia delante muy asustado.- un fantasma.- dijo él y se cubrió con sus manos de trapo
- Vete!.- dijo señor sombrero
Pero el fantasma seguía ahí y el señor sombrero solo quería volver a dormir.
En lo alto de la pared, junto a la ventana se encontraba colgado un conejo de felpa que había visto todo lo que pasó y preguntó.
- ¿Qué le ocurre señor sombrero?
- Tengo miedo.- dijo el señor sombrero temblando
- ¿De qué? No hay nada por aquí.- dijo sonriendo
- ¿No ves al fantasma o lo que sea que está allí?
- ¿Hablas de la sombra?
- ¿Sombra?.- se pregunto el señor conejo, el nunca había oído hablar de eso y mucho menos visto uno
- ¿Qué es una sombra?
- Disculpa me llamo nube gris, la sombra, señor sombrero, es un reflejo de la luz en un objeto, en la luz de la luna ahora tu también tienes una.
Y el señor sombrero vio a su alrededor y vio que era cierto, una parte de oscuridad rodeaba su espacio con la forma de su cuerpo de tela, levantó la cabeza y empezó a sonreír cuando se dio cuenta que el fantasma solo era las ramas de un árbol del frente que se movían con el viento.
El señor sombrero al saber todo eso ya no tenia miedo por la noche y en un instante estaba amaneciendo, Manuel aún estaba durmiendo pero el señor sombrero no podía esperar para jugar otra vez.
Nicolás Castello
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