JUAN BOBO & PEDRO VILLARROEL (PARTE 1)
En un pueblo muy lejano de la ciudad se encontraba un campesino llamado Pedro Villarroel que había heredado de sus padres una gran cantidad no precisamente de dinero, aunque si una cantidad considerable para no tener que trabajar para el resto de su vida, pero lo que más heredó fue un corral de animales, los cuales incluían 14 vacas, 12 caballos, diez ovejas, ocho chivos y nueve gallinas.
Al otro lado del pueblo se encontraba otro campesino llamado Juan Bobo que vivía en un pequeño ranchito construido por paja, barro y piedra, el no poseía mucho dinero pero si mucha salud para vivir y seguir adelante, este vivía con las pequeñas ayudas que le proporcionaba el cura del pueblo y algunos trabajos que conseguía.
Un día como cualquiera Juan se despierta muy temprano y sale a recorrer las casas ofreciendo sus servicios para trabajar. Caminando poco a poco entre las largas calles, llegando casi a la última casa del sector, decide sentarse a descansar un poco después de caminar tanto que casi en la planta del zapato se abre un hueco, mientras descansa se pone a pensar “ ¡UFF! He recorrido más de 8 casas y ninguno necesita de mis servicios, ¿Que voy hacer”? Ya los ahorros míos y lo que me da el cura no me alcanza para hoy y mañana, todavía me faltan 2 casas por recorrer pero seguro que no voy a conseguir nada, en estos momentos pareciera que todo el mundo no necesitara de ningún servicio.”
Sin embargo el sigue caminando para probar su suerte. Lo que no sabía él es que en la penúltima casa había una gran sorpresa que le cambiaría su vida. En esa humilde y gran casa vivía un señor mayor que no poseía familia, solamente lo acompañaba su gran fortuna y el personal de servicio, la cual consideraba como parte de su familia. El considerando su edad decide buscar un acompañante para que lo cuide y este a su disposición.
En ese mismo momento llega Juan y toca el timbre “ping long” “ping long”, la doméstica abre la puerta mientras el señor lee su periódico ( Finanzas ) en la sala, al abrir; Juan, se encontraba en la puerta todo agitado después de recorrer las calles y con el sol que encandilaba su cara todo colorado, suspirando le pregunta a la doméstica “¿Necesitan algún empleado para cualquier servicio, puedo estar en las caballerizas en el campo, puedo hacer cualquier cosa..? ” ella responde “ No, en este momento no estamos solicitando personal, tal vez más adelante”, en ese momento el señor escucha y cuando ella va cerrando la puerta, él grita” LLAME A ESE MUCHACHO!!!!” la doméstica rápidamente sale y llama a Juan “Muchacho, Muchacho!!! Ven, Ven, mi patrón te llama!!!
El rápidamente corre y entra, y le dice “Buenas tardes, que desea señor?” “Estoy a la orden”, el señor se queda unos minutos viéndolo y piensa en voz baja “este joven se ve muy humilde y bueno, podría ser el acompañante que estoy buscando”.
El le pregunta a Juan “A donde vives? ”Cuantos Años tienes? ”A que te dedicas?” -él le exclama “Tengo 24 años, vivo al otro lado del pueblo y no tengo un trabajo fijo, siempre ando ambulando por las casas pidiendo trabajo.
Luego de ciertas preguntas, el señor le pregunta a Juan “Joven, a usted le gustaría trabajar conmigo? Sin dejar hablar al señor rápidamente le responde “Sí, por supuesto, se mucho de campo, las caballerizas, vigilante” –el señor dice “Calma joven, calma joven, yo no quiero que usted trabaje de eso, yo le sugiero que trabaje como mi acompañante” Juan gruñe la cara y piensa en voz baja yo nunca he trabajado de eso” y exclama “ ¡Yo!, pero yo nunca he trabajado de eso... mientras el señor le dice “ que importa joven, ya aprenderás.. Si aceptas te vendrías a vivir aquí en mi casa, tendrías un buen sueldo, comida y un buen trato, entonces que dices joven…?” Juan pensando mucho decide aceptar. El señor contento le dice “Puedes empezar hoy mismo si quieres, trae todas tus cosas”. Y así fue pasando los meses y juan trabajando duro en la casa de aquel humilde señor.
Al otro lado del pueblo se encontraba otro campesino llamado Juan Bobo que vivía en un pequeño ranchito construido por paja, barro y piedra, el no poseía mucho dinero pero si mucha salud para vivir y seguir adelante, este vivía con las pequeñas ayudas que le proporcionaba el cura del pueblo y algunos trabajos que conseguía.
Un día como cualquiera Juan se despierta muy temprano y sale a recorrer las casas ofreciendo sus servicios para trabajar. Caminando poco a poco entre las largas calles, llegando casi a la última casa del sector, decide sentarse a descansar un poco después de caminar tanto que casi en la planta del zapato se abre un hueco, mientras descansa se pone a pensar “ ¡UFF! He recorrido más de 8 casas y ninguno necesita de mis servicios, ¿Que voy hacer”? Ya los ahorros míos y lo que me da el cura no me alcanza para hoy y mañana, todavía me faltan 2 casas por recorrer pero seguro que no voy a conseguir nada, en estos momentos pareciera que todo el mundo no necesitara de ningún servicio.”
Sin embargo el sigue caminando para probar su suerte. Lo que no sabía él es que en la penúltima casa había una gran sorpresa que le cambiaría su vida. En esa humilde y gran casa vivía un señor mayor que no poseía familia, solamente lo acompañaba su gran fortuna y el personal de servicio, la cual consideraba como parte de su familia. El considerando su edad decide buscar un acompañante para que lo cuide y este a su disposición.
En ese mismo momento llega Juan y toca el timbre “ping long” “ping long”, la doméstica abre la puerta mientras el señor lee su periódico ( Finanzas ) en la sala, al abrir; Juan, se encontraba en la puerta todo agitado después de recorrer las calles y con el sol que encandilaba su cara todo colorado, suspirando le pregunta a la doméstica “¿Necesitan algún empleado para cualquier servicio, puedo estar en las caballerizas en el campo, puedo hacer cualquier cosa..? ” ella responde “ No, en este momento no estamos solicitando personal, tal vez más adelante”, en ese momento el señor escucha y cuando ella va cerrando la puerta, él grita” LLAME A ESE MUCHACHO!!!!” la doméstica rápidamente sale y llama a Juan “Muchacho, Muchacho!!! Ven, Ven, mi patrón te llama!!!
El rápidamente corre y entra, y le dice “Buenas tardes, que desea señor?” “Estoy a la orden”, el señor se queda unos minutos viéndolo y piensa en voz baja “este joven se ve muy humilde y bueno, podría ser el acompañante que estoy buscando”.
El le pregunta a Juan “A donde vives? ”Cuantos Años tienes? ”A que te dedicas?” -él le exclama “Tengo 24 años, vivo al otro lado del pueblo y no tengo un trabajo fijo, siempre ando ambulando por las casas pidiendo trabajo.
Luego de ciertas preguntas, el señor le pregunta a Juan “Joven, a usted le gustaría trabajar conmigo? Sin dejar hablar al señor rápidamente le responde “Sí, por supuesto, se mucho de campo, las caballerizas, vigilante” –el señor dice “Calma joven, calma joven, yo no quiero que usted trabaje de eso, yo le sugiero que trabaje como mi acompañante” Juan gruñe la cara y piensa en voz baja yo nunca he trabajado de eso” y exclama “ ¡Yo!, pero yo nunca he trabajado de eso... mientras el señor le dice “ que importa joven, ya aprenderás.. Si aceptas te vendrías a vivir aquí en mi casa, tendrías un buen sueldo, comida y un buen trato, entonces que dices joven…?” Juan pensando mucho decide aceptar. El señor contento le dice “Puedes empezar hoy mismo si quieres, trae todas tus cosas”. Y así fue pasando los meses y juan trabajando duro en la casa de aquel humilde señor.
Autor: Yovxmailen Lozada (Venezuela)
http://cuentosyovxy.blogspot.com
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