TIRO EQUIVOCADO
Basta, gritó y apuntó, convencido de su decisión. El blanco salió del edificio, la primera bala le perforó el pecho, las restantes se introdujeron en todo el cuerpo del anciano; sus guardaespaldas nada pudieron hacer.
El hombre guardó el rifle y rápidamente se escabulló entre las sombras. Cuando llegó a su casa, acarició la cabeza de su hijo y preguntó por su mujer.
Una voz amenazante le sorprendió por la espalda, era su esposa con una pistola entre las manos. Le obligó a salir al patio y allí le dijo:
¿Por qué mataste al viejo? Si era nuestro sostén.-
Porque él abuso de ti.-
¿Abusó?, no entiendes nada, maldito. Tu padre era mucho mejor que tú en todo y lo mataste sin compasión; yo sé que fuiste tú.-
Sí, lo hice por defen...-
El disparo atravesó las costillas y tumbó al hombre en el suelo. Desangrándose comprendió que todo gusano tiene su cola y que ésta le había alcanzado y tomado por sorpresa. Lo último que vio el desdichado fue a su hijo, de pie, llorando al ver tanta sangre regada en el patio y abrazado a una de las piernas de su asesina.
Juan Secaira V.
ECUADOR
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