Donde Los Cuentos Breves Viven: EL MISTERIO DEL CASTILLO

Sady se despierta al rato de haberse dormido, pues siente la presencia de alguien más en la habitación…
Se levanta y coge la espada lentamente… como si esta le pesara y necesitara ayuda para levantarla, se pone de pie, y se acerca a la cama donde duerme Lady.
Lady suspira pero sigue dormida profundamente…
Se oye un ruido, un crujido del techo, Sady como auto reflejo se coloca cerca de Lady como para abrazarla.
Otra vez se oye el ruido, pero esta vez es más fuerte y cercano. Se oyen pasos tok tok tok… Sady se siente muy presionada cuando, de repente, se le aparece un chico de pelo oscuro cara pálida y ojos negros como los suyos…
Sady impresionada por la aparición del chico retrocede unos pasos y baja la espada en señal de amistad. El chico sin apartar la mirada de la espada dice lo siguiente:
-Llámame Cliff.
-De acuerdo. - dijo Sady
Yo me llamo (…) -pero Sady no pudo acabar la frase porque Cliff la interrumpió.
-ya se como os llamáis las dos, os e estado escuchando…
Sady sorprendida le preguntó como llegara hasta este siniestro lugar pero sólo se encontró con un inmenso silencio que rompió Lady al despertarse.
¿Lady, que tal estas? -dijo Cliff
Bien, ¿y tu? - dijo Lady sin conocer a ese extraño.
Yo no estoy ni bien ni mal, algún día entenderás porqué. Me llamo Cliff. -dijo el chico sin mostrar ninguna emoción.
Sady volvió a intentar saber más de Cliff pero, esta vez consiguió algo de información… información que no le gustó y que prefería no creerla del todo.
Esta fue la conversación:
- ¿Cómo es que has estado tan cerca de nosotras y no te detectamos? - dijo Sady
Porque yo me muevo por las sombras. -dijo Cliff.
De acuerdo, ¿has venido aquí por tu propia voluntad o apareciste sin más? -dijo Sady
E aparecido aquí como vosotras pero yo sé algo que vosotras no sabéis. Os lo diré:
Cada uno de nosotros está aquí por algún motivo, no estamos por azar, yo estoy aquí por un acto inhumano que hice en la guerra contra un amigo que luchaba en el bando opuesto…
Pero lo importante es salir de este lugar antes de que nos encuentren los verdugos. -dijo Cliff.
¿Verdugos? -dijo Lady asustada.
Si, verdugos, castigadores, llámalos como quieras pero vienen a por nosotros. Yo ya me salvé de la muerte frente a ellos una vez pero creo que vienen hacia aquí de nuevo… -dijo Cliff
Pues ahora Lady vas a dormir que aún no es de día. Yo haré guardia porque por lo que veo soy la única que tiene algo para defenderse. -dijo Sady
Luego yo me encargaré de preparar algo con lo que encuentre en el falso techo, allí no hay armas pero puedo hacer una barricada frente a la puerta para que resista un poco las embestidas de los verdugos. -dijo Cliff
Lady, se tumbó en la cama y le pidió a Sady que vigilara de cerca a Cliff y que no la dejara a solas con el. Cliff se subió al falso techo y empezó a bajar objetos para bloquear la puerta; mientras tanto la luz de la luna empezaba a iluminar todo lo que podía porque era ya noche intensa y apenas se veía. Al cabo de unas horas la barricada estaba hecha y Sady ya pudo enfundar la espada con la vaina. Lady se quedó profundamente dormida, como si nada hubiese pasado. Sady se apoyó contra la cama y Cliff se sentó delante de la barricada como si estuviera meditando…
Lo que ellos no sabían era que tarde o temprano estarían más unidos que nunca pues los verdugos se acercaban sigilosamente…