Donde Los Cuentos Breves Viven: EL MISTERIO DEL CASTILLO

Sady y Cliff caminando y caminando, llegan al centro de la cueva. Los dos miran a su alrededor y comprueban que están solos. Cliff mira hacia arriba, y ve que un hilo de luz se cola por entre las rocas e ilumina lo que es un especie de pedestal con dos agujeros para dos esferas…
Necesitamos algo redondo - dijo Sady pensando en alto.
Cliff sin decir nada se acerca al pedestal y lo toca… siente un escalofrío que recorre todo su ser, se da la vuelta y dice enérgicamente: ¡Salgamos de aquí, rápido!
Sady no dudó y echó a correr detrás de Cliff. Al llegar a la entrada de la cueva, Sady ve a los dos verdugos amigos de Alister…
Cliff la agarra y se la lleva para detrás de unos matorrales…
¿Qué pasa? - dijo Sady extrañada por el comportamiento de Cliff.
¿No lo ves? Ya no tienen ese brillo en los ojos. Han dejado de tener uso de razón, ahora sólo son monstruos como los otros…
Los verdugos se adentran en la cueva, Sady y Cliff los siguen a una distancia prudencial. Cuando llegan junto al pedestal, los verdugos colocan dos esferas en sus correspondientes huecos y un especie de pozo sale de debajo de la tierra… un verdugo se sube a él y baja por la escalera dejando las armas en el suelo, junto al verdugo que está vigilando.
Sady, quédate aquí. - dijo Cliff susurrándole al oído.
¿Qué vas a hacer? - dijo Sady en un intento de pararle los pies a Cliff.
Cliff se acercó por detrás al verdugo y sigilosamente cogió una de las armas, una daga, y abalanzándose sobre el verdugo lo degolló…
Sady no puede evitar cerrar los ojos y emitir un leve chillido que pronto cesó al ver que Cliff estaba de pie, sano y salvo.
Sady se levanta y agarrando a Cliff bajan juntos las escaleras, adentrándose en la oscuridad…
En los calabozos, Alister y Lady empiezan a subir por las escaleras hacia la luz.
Al llegar arriba, Alister se desespera y dice:
¡No, otra vez no!
¿Conoces este lugar, Alister? - dice Lady interrogativa.
Rápido, baja las escaleras. - dice Alister como poseso.
Lady se dirige con Alister hacia las escaleras pero estas empiezan a volver a su origen y la tierra se cierra a sus pies…
¡¡NO!!, maldita sea. - dice Alister casi llorando de desesperación.
Pero ¿Qué pasa? - dice Lady preocupándose por él.
Verás, aquí es el campo de batalla maldito, el campo donde yo y Cliff luchamos. - dice Alister buscando por el suelo un arma.
¿Cómo es posible? - dice Lady asombrada.
Es posible, en este campo siempre se combate sin descanso, pues esto debe de estar hechizado y solo matando sobrevives, pues no paran de aparecer verdugos y monstruos que surjen de la nada y luchan contra ellos mismos o quien sea. Cliff y yo íbamos en bandos opuestos pero nos aliamos a cambio de un alto precio: a cambio de la muerte de ambos bandos, sólo quedamos nosotros, así nos dimos de cuenta de que éramos los únicos humanos de ambos bandos. Para escapar, nos encontramos junto a una roca, para planear como sobrevivir día a día. La tercera vez que nos reunimos en la roca, por casualidad, entraron dos verdugos y nosotros salimos antes de que desapareciera el agujero… Al despertarme estaba cerca del coliseo, en el jardín. Ahí os encontré a vosotros, al parecer llevaba mucho tiempo inconsciente…
Lady sorprendida y llorando a más no poder pregunta:
- ¿No podremos salir?
Alister se pone de pie y dice:
- No desesperes, yo te protegeré con mi vida. Pero tenemos que encontrar esa roca donde me reunía con Cliff, pues allí teníamos armas.
Lady sin parar de llorar agarra de la mano a Alister y juntos, se adentran en el medio de la mortífera batalla…