EL MISTERIO DEL CASTILLO - CAPÍTULO 30
Alexander se despierta en medio de la noche…
Baja las escaleras de la posada y se encuentra con que dos aventureros están discutiendo acaloradamente. Alexander sigue su instinto y sale hacia la llanura en dirección al castillo. Algo en su interior le decía que si partía de noche el viaje le haría descubrir mas cosas sobre su vida y familia.
Los cuatro amigos se despiertan y se saludan con sonrisas armoniosas.
Sady se levanta y cogiendo la espada de Cliff saluda a este:
-buenos días, Cliff. ¿Qué tal has dormido?
-buenos días a todos, he dormido bien, gracias.-contesta Cliff algo extrañado pues la noche había transcurrido sin ataques de monstruos o ladrones.
Se adentran en el desierto y al cabo de unas horas caminando, el abrumador sol empieza a debilitar a los cuatro compañeros…
Cliff desenfunda su espada y el hielo de esta les sirve de protección contra la terrible temperatura extrema que allí hay.
Alexander camina por entre las ruinas recordando los dos bravos soldados a los que tanto aprecio les había cogido. Mientras camina piensa para si:
-¿quién necesita ayuda?, yo solo me basto para derribar a mi padre. Si mi tío del continente del norte pudo derrotarlo yo también.
Me gustaría volver a ver a mi madre y a mi antiguo padre. Desde aquel suceso no ha vuelto a ser el mismo…
A lo lejos Alexander ve como una doncella que pertenecía, en el pasado, al esplendoroso pero ahora oscuro castillo de su padre.
Al parecer la doncella tenía problemas pues dos bárbaros la atacaban.
-ayudadme, caballero, y os recompensaré como pueda.-gritaba la doncella de cabello rubio.
Los ladrones solo querían robarle una mochila de piel de serpiente, que dentro de esta parecía haber algo de valor sentimental, pues no dejaba que estos rufianes se la llevaran.
Alexander sin decir palabra alguna desenfundó la espada corta y antes de que los vulgares ladrones se diesen cuenta ya estaba enfrente de ellos…
-¡tú! Larguémonos de aquí, el fantasma del castillo del rey Bladir ha vuelto.-dijo uno de los supersticiosos bárbaros. Y ambos bribones escaparon sin mirar atrás.
Linda reaccionó de una manera parecida:
-señor… que es lo que le atormenta para volver del mundo de los muertos…
Alexander esbozó en su cara una sonrisa de un niño lleno de amor y ternura.
-Linda, comadrona mía, soy yo “Alex”.-dijo este al recordar su infancia cuando ella le llamaba así cariñosamente abreviando su nombre.
-¿Alexander?, ojos míos no me engañéis por favor.-dijo la doncella entre lágrimas de la alegría de que en ese incidente alguien saliera vivo además de ella.
-si, sobrevivimos mi padre, Kaede y algunos sirvientes. No sé nada de mi madre, solo mi padre debe saber dónde debe estar.
-Alex, tengo aquí algo para ti, creo que te será de ayuda, lo traía al castillo para ofrecérselo a tu alma pero ahora te será más útil en vida que en muerte.
Alexander abrió la mochila y encontró una esfera cristalina que, dentro de ella, había como un remolino color granate. A Alexander esa esfera le era familiar pero desconocía el porque.
-Alex, esta es la esfera que quedó después del incidente. La esfera esta es la que contiene el resto de tus poderes demoníacos, los que tu padre selló aquí para cuando crecieras y pudieras controlarlos por ti mismo.-le recordó Linda acariciándole el cabello.
Alexander asimiló la energía que la esfera contenía y esta se deshizo en cenizas, un aura granate rodeaba a Alexander…
De repente, Bladir apareció ante él.
-hijo mío, has despertado tus poderes…
-padre… ¿Qué me está pasando?, la energía me desborda, ¡voy a estallar!-grita de dolor Alexander al notar que albergaba mucho poder en su interior medio demonio.
Una vez dicho esto Bladir atraviesa a su hijo con una espada llamada vengadora, espada que tenía pensado regalarle en el día que pasara la prueba para ser rey.
Alexander se cae y lo último que ve es a Bladir agarrar a Linda por el cuello y lanzarla por los aires mientras este desaparece, después, cae inconsciente.
Los cuatro amigos llegan a un cruce el medio del desierto donde se tienen que separar. En ese sitio Lady les cuenta que su padre había echo despertar el demonio interior que ella era. Los demás la apoyaron dándole ánimos y diciéndole que nada cambiaría esa amistad que tenían. Una vez acabaron de charlar, se separaron pero solo Lady miró atrás una vez. Puede que nunca se volvieran a ver.
Sady y Cliff se dirigen hacia el paso entre las montañas donde uno entre los mucho caminos conduce a la aldea donde nació Cliff y los otros a una muerte segura…
Alister y Lady se dirigen al pantano de lava, pantano donde muchos viajeros habían muerto ya en el intento de llegar al volcán oculto, en ese pantano habitan unos seres que son agresivos y no responden ante suplicas. De todas formas Alister intentará doblegarlos para que les indiquen el pasadizo secreto hacia el volcán oculto pues solo los que en el volcán habitan y estos seres saben como llegar y entrar…
Bladir vuelve a su trono y limpia con su magia el salón donde se sienta de cadáveres y adefesios malolientes…
Baja las escaleras de la posada y se encuentra con que dos aventureros están discutiendo acaloradamente. Alexander sigue su instinto y sale hacia la llanura en dirección al castillo. Algo en su interior le decía que si partía de noche el viaje le haría descubrir mas cosas sobre su vida y familia.
Los cuatro amigos se despiertan y se saludan con sonrisas armoniosas.
Sady se levanta y cogiendo la espada de Cliff saluda a este:
-buenos días, Cliff. ¿Qué tal has dormido?
-buenos días a todos, he dormido bien, gracias.-contesta Cliff algo extrañado pues la noche había transcurrido sin ataques de monstruos o ladrones.
Se adentran en el desierto y al cabo de unas horas caminando, el abrumador sol empieza a debilitar a los cuatro compañeros…
Cliff desenfunda su espada y el hielo de esta les sirve de protección contra la terrible temperatura extrema que allí hay.
Alexander camina por entre las ruinas recordando los dos bravos soldados a los que tanto aprecio les había cogido. Mientras camina piensa para si:
-¿quién necesita ayuda?, yo solo me basto para derribar a mi padre. Si mi tío del continente del norte pudo derrotarlo yo también.
Me gustaría volver a ver a mi madre y a mi antiguo padre. Desde aquel suceso no ha vuelto a ser el mismo…
A lo lejos Alexander ve como una doncella que pertenecía, en el pasado, al esplendoroso pero ahora oscuro castillo de su padre.
Al parecer la doncella tenía problemas pues dos bárbaros la atacaban.
-ayudadme, caballero, y os recompensaré como pueda.-gritaba la doncella de cabello rubio.
Los ladrones solo querían robarle una mochila de piel de serpiente, que dentro de esta parecía haber algo de valor sentimental, pues no dejaba que estos rufianes se la llevaran.
Alexander sin decir palabra alguna desenfundó la espada corta y antes de que los vulgares ladrones se diesen cuenta ya estaba enfrente de ellos…
-¡tú! Larguémonos de aquí, el fantasma del castillo del rey Bladir ha vuelto.-dijo uno de los supersticiosos bárbaros. Y ambos bribones escaparon sin mirar atrás.
Linda reaccionó de una manera parecida:
-señor… que es lo que le atormenta para volver del mundo de los muertos…
Alexander esbozó en su cara una sonrisa de un niño lleno de amor y ternura.
-Linda, comadrona mía, soy yo “Alex”.-dijo este al recordar su infancia cuando ella le llamaba así cariñosamente abreviando su nombre.
-¿Alexander?, ojos míos no me engañéis por favor.-dijo la doncella entre lágrimas de la alegría de que en ese incidente alguien saliera vivo además de ella.
-si, sobrevivimos mi padre, Kaede y algunos sirvientes. No sé nada de mi madre, solo mi padre debe saber dónde debe estar.
-Alex, tengo aquí algo para ti, creo que te será de ayuda, lo traía al castillo para ofrecérselo a tu alma pero ahora te será más útil en vida que en muerte.
Alexander abrió la mochila y encontró una esfera cristalina que, dentro de ella, había como un remolino color granate. A Alexander esa esfera le era familiar pero desconocía el porque.
-Alex, esta es la esfera que quedó después del incidente. La esfera esta es la que contiene el resto de tus poderes demoníacos, los que tu padre selló aquí para cuando crecieras y pudieras controlarlos por ti mismo.-le recordó Linda acariciándole el cabello.
Alexander asimiló la energía que la esfera contenía y esta se deshizo en cenizas, un aura granate rodeaba a Alexander…
De repente, Bladir apareció ante él.
-hijo mío, has despertado tus poderes…
-padre… ¿Qué me está pasando?, la energía me desborda, ¡voy a estallar!-grita de dolor Alexander al notar que albergaba mucho poder en su interior medio demonio.
Una vez dicho esto Bladir atraviesa a su hijo con una espada llamada vengadora, espada que tenía pensado regalarle en el día que pasara la prueba para ser rey.
Alexander se cae y lo último que ve es a Bladir agarrar a Linda por el cuello y lanzarla por los aires mientras este desaparece, después, cae inconsciente.
Los cuatro amigos llegan a un cruce el medio del desierto donde se tienen que separar. En ese sitio Lady les cuenta que su padre había echo despertar el demonio interior que ella era. Los demás la apoyaron dándole ánimos y diciéndole que nada cambiaría esa amistad que tenían. Una vez acabaron de charlar, se separaron pero solo Lady miró atrás una vez. Puede que nunca se volvieran a ver.
Sady y Cliff se dirigen hacia el paso entre las montañas donde uno entre los mucho caminos conduce a la aldea donde nació Cliff y los otros a una muerte segura…
Alister y Lady se dirigen al pantano de lava, pantano donde muchos viajeros habían muerto ya en el intento de llegar al volcán oculto, en ese pantano habitan unos seres que son agresivos y no responden ante suplicas. De todas formas Alister intentará doblegarlos para que les indiquen el pasadizo secreto hacia el volcán oculto pues solo los que en el volcán habitan y estos seres saben como llegar y entrar…
Bladir vuelve a su trono y limpia con su magia el salón donde se sienta de cadáveres y adefesios malolientes…
Javi
Galicia - España
Galicia - España
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