EL MISTERIO DEL CASTILLO - CAPÍTULO 35

La tropa de búsqueda del rey se para en el gran cruce y elevado paso de montañas…

El capitán se detiene y ordena que todos se oculten…
Al parecer uno de los soldados de atrás había visto que un posible espía guerrero o usurero les seguía desde hace horas.
Alister desenvainó el arma y esperó en momento oportuno para asaltarlo pero, al parecer el soldado ya estaba al tanto de la emboscada y logró zafarse del agarre que Alister le había hecho…
-señor, me envían del reino de la arena con un mensaje para el rey del reino del volcán oculto…-dice el soldado recordando el mensaje.
Alister enfunda el arma y se acerca al soldado de la arena lentamente.
-dime soldado, ¿cuál es el mensaje?, yo se lo daré, estoy al mando.-dice Alister mintiendo para poder saber dicha información.
-verá, el rey y la reina del reino de la arena, en el desierto, solicitan que la reunión en el volcán oculto se aplace hasta que todos los reyes de los reinos de este continente estén enterados, pues podría desencadenarse una guerra si nadie sabe nada. Ahora tenéis que matarme pues este mensaje solo lo debería dar al rey y no a simples soldados… son las órdenes.-una vez dado el mensaje el soldado, fiel a su rey desenvainó la espada, subió a lo alto de un precipicio cercano, se ensartó y calló.
Los soldados se horrorizaron por el acto que ese soldado acababa de hacer. Y no hacían más que murmurar y maldecirlo hasta que el capitán dio nuevas órdenes.
-nos dividiremos: un mago, Alister, Lady y dos soldados irán ha avisar al reino pesquero y al reino del viento, los que quedamos, bloquearemos la entrada a la cueva, sólo dejaremos pasar a los reyes y permaneceremos allí para que nada ni nadie entorpezca su decisión.
Los soldados contestaron un “señor, si señor” y se dividieron.
Al principio, Alister seguía al mago que les guiaba hacia el reino del viento, pero Alister decidió que todos irían a la ciudad pesquera, que estaba más cerca…
Al llegar, ya estaba anocheciendo y todos fueron a una posada a pedir habitación.
Alister y el mago salieron a buscar al rey pero en esa ciudad, no había rey, no querían leyes. A tal contratiempo decidieron dirigirse al puerto, donde había buques de guerra con las insignias de cada reino, entre ellos, estaba el del reino del agua, ese reino pesquero.
Alister hizo esperar el mago en tierra y el se adentró en el buque…
Nada más llegar al camarote, ante el apareció chico con un chaleco azul y el pelo rubio.
-¿tu quien eres? ¿Sabes que podría matarte por entrar en mis aposentos?- dijo el chico temerario.
-niño, no me hables así e indícame quien esta al mando de esta ciudad pesquera.-contestó Alister sin importarle la amenaza.
-yo estoy al mando de la embarcación y la ciudad, si no te gusta vete de mi ciudad.-dijo el chico, que efectivamente era el gobernante de ese lugar pues sus padres habían perecido hace varios años en una guerra naval.
Alister le explicó el mensaje y lo que pasaba.
-muy bien, debemos actuar, tan pronto amanezca partiremos hacia esa caverna pero antes, vosotros debéis partir al reino del viento ¿no?-pregunto el chico.
-si, señor. Mejor vos partiréis cuando yo llegue del reino del viento con sus majestades, así nos será más llevadero el viaje y podréis prepararos.-dijo Alister a la vez que se marchaba acompañado del chico.
En el mismo instante, Cliff llega a la cima y se sienta a esperar alguna aparición…
De repente junto a el aparece Jeff y ambos desenfundan las espadas heladas y desde la ciudad Sady presintió que algo malo pasaba, salió al balcón de la alcoba que le asignaran y en lo más alto de la montaña podía ver dos destellos azules…
Cliff sabía que la vida de uno de los dos terminaría allí pues el espacio era el justo y el combate intenso.
Alexander entró en la biblioteca donde su padre solía estar pero comprobó que estaba solo. Buscó alguna pista o indicio de dónde podría haber ido y encontró un libro donde decía que para poder retroceder en el tiempo o abrir un espacio paralelo había que reunir unas esferas de energía de cada esencia vital para el mundo. De ahí la explosión que transportó a Cliff y Alister además del resto de los ejércitos al campo del olvido…
Miró hacia otro sitio y vio una nota donde decía que si quería hablar que se dirigiera al coliseo y también que podría ser su último acto en vida.
Alister y el gobernante de la ciudad pesquera llegaron a la posada con el mago. Lady recibe a Alister con un dulce beso en los labios. Y el chico dice al verlo:
-no es momento para sentimentalistas, descansad para el viaje de mañana u os dormiréis al partir.
Todos echaron unas carcajadas y se dirigieron a sus respectivas habitaciones.
Sady decidió meterse en cama y descansar, a la mañana siguiente tenía que ir hablar con los reyes.
En lo alto, el combate es encarnizado, ninguno se rinde ante los golpes del rival.
En uno de los choques, una de las espadas heladas cae por el precipicio y la otra se queda clavada en el suelo, uno de ellos grita:
-¡mi espada!-y dicho esto empiezan a forcejear cerca del borde…
El más fuerte logra tumbar al otro y ensartarlo con la espada helada que quedaba…
Sady sintió como si algo se le clavase en su corazón o algo muriese en su interior…
La espada empezaba a perder su frialdad y apagarse su resplandor…
El ser más fuerte de los dos levanta el cuerpo del derrotado con la espada clavada y lo lanza por el precipicio…
Sady sale corriendo al balcón y observa como una figura a lo lejos se acerca al precipicio sin nada en la mano y se queda mirando una zona de abajo donde abunda la nieve y algo brilla…

Javi
Galicia - España